
Sé que quiero emprender, pero no sé qué negocio poner
¡Hola Pymenauta! Si llegaste hasta aquí es porque algo dentro de ti quiere emprender, pero no tienes idea de qué negocio poner. Tal vez sientes una mezcla de emoción y confusión, o quizá ya haces alguna actividad, pero no sabes si eso cuenta como “emprender de verdad”. Considera que no tener una idea clara también es un comienzo.
No necesitas tener la gran idea para empezar
Hoy quiero acompañarte en ese momento tan especial en el que, más allá de tener respuestas inmediatas, necesitas hacerte las preguntas correctas. Porque descubrir tu camino no siempre empieza con un “gran negocio”, sino con algo más profundo: conocerte, observar tu entorno y confiar en que sí hay algo que tú puedes construir.
Ya estás emprendiendo, solo no lo habías notado
Cuando hablamos de emprender, muchas personas piensan que el primer paso es tener una gran idea de negocio. Pero la verdad es que el primer paso eres tú. Tus talentos, tus experiencias, tu forma de ver el mundo… ahí está la clave.
Empieza por ti, no por la idea
Para empezar a descubrir tu camino, no necesitas saberlo todo, solo empezar por ti. Solo necesitas observarte con sinceridad.
Pregúntate, por ejemplo:
A veces, esas respuestas están en cosas que siempre han estado ahí. Tal vez tienes una voz firme que llama la atención, una habilidad especial para explicar cosas complicadas, o una paciencia que otros valoran mucho. Todo eso cuenta, y puede convertirse en el inicio de algo más grande.
Haz una pausa. Obsérvate. Ahí está la respuesta

Hay un concepto japonés que puede ayudarte a darle forma a todo eso que descubres sobre ti: se llama Ikigai, y significa “la razón de ser”. Es una manera de visualizar lo que amas, lo que sabes hacer, lo que el mundo necesita y por lo que podrías recibir una retribución.
En Pymenauta usamos este enfoque como guía en algunas etapas del emprendimiento. Al final del blog te contaremos cómo puedes descargar una plantilla que te ayudará a reflexionar sobre tu propio Ikigai, si decides hacerlo más adelante.
Por ahora, lo importante es que empieces a mirarte con otros ojos: porque lo que eres, lo que sabes y lo que te mueve, ya es una semilla poderosa.
En Pymenauta usamos este enfoque como guía en algunas etapas del emprendimiento. Al final del blog te contaremos cómo puedes descargar una plantilla que te ayudará a reflexionar sobre tu propio Ikigai, si decides hacerlo más adelante.
Por ahora, lo importante es que empieces a mirarte con otros ojos: porque lo que eres, lo que sabes y lo que te mueve, ya es una semilla poderosa.
Lo que haces, aunque parezca simple, ya tiene valor
Hay muchas personas que ya venden algo por redes, que ayudan a otras personas con trámites, que preparan postres o arreglan cosas, pero no lo ven como un negocio “real”. Si este es tu caso, te digo algo con cariño: eso que haces ya tiene valor. El siguiente paso es ordenarlo, entenderlo mejor y ver cómo puede crecer.
¿Tienes un oficio? ¿Sabes hacer algo que aprendiste trabajando para alguien más? ¿Ya haces alguna actividad para obtener un ingreso? Todo eso cuenta. No necesitas empezar desde cero, solo necesitas verte desde otro ángulo.
Conecta lo que eres con lo que falta en tu comunidad

Mira a tu alrededor: ¿Qué hace falta cerca de ti? A veces no se trata solo de lo que sabes hacer, sino de para qué puede servir en tu comunidad. Mira tú entorno con ojos nuevos y pregúntate:
Tal vez hay muchas personas adultas que no saben usar su celular. O no hay nadie que cuide mascotas cuando las familias salen. O la gente vive en espacios pequeños y no sabe cómo organizarlos. Y justo ahí, podrías hacer la diferencia.
Une tus talentos con las necesidades de tu entorno
Cuando conectas lo que se te da bien hacer con lo que tu comunidad puede necesitar, es cuando realmente empiezan a surgir oportunidades. A veces creemos que emprender es tener una gran idea, pero muchas veces solo se trata de mirar con atención lo que ya haces y pensar a quién podrías ayudar con eso.
¿Cuidas niños, pero nunca lo has visto como un servicio? ¿Sabes organizar cosas y no sabías que eso es algo que a otras personas se les complica? ¿Das consejos sin darte cuenta y la gente te busca por eso? Todo eso puede tomar forma y volverse una propuesta valiosa si lo ves con una mirada más estructurada.
Si sientes que necesitas una guía para organizar mejor tus ideas, en Pymenauta compartimos una herramienta pensada justo para eso: el Modelo de Negocios Pymenauta. Es una forma sencilla de darle orden a lo que ya haces o lo que tienes en mente. Más adelante puedes visitar el blog donde explicamos cómo usarla paso a paso.
Emprender es explorar
No necesitas tener la “gran idea” ni el plan perfecto. Emprender es empezar, probar, ajustar. A veces lo que hoy parece pequeño, mañana se convierte en algo que transforma vidas. Lo importante no es tener todo resuelto, sino atreverte a moverte.
Historias reales de personas que encontraron su negocio al observarse
Alessandra Penny: vendía postres como muchas otras personas, pero notó un problema común: era difícil entregarlos sin que se deshicieran. Así nació su propuesta de valor: hacerlos “cuchareables”. Esa decisión dio identidad a su negocio y hoy su marca es reconocida por esa característica única.
Lucía: se dio cuenta de que muchas personas mayores en su colonia no sabían usar bien el celular. Como es muy paciente, empezó a enseñarles a usar WhatsApp, hacer pagos en línea o hacer videollamadas. Hoy tiene clientas fieles, cobra con tarifa justa y sus alumnos la recomiendan como alguien que mejora vidas.
Javier: siempre conectó con los animales. Comenzó paseando a los perritos de sus vecinas y luego ofreció cuidarlos cuando salían de viaje. Ahora tiene su propio servicio de cuidado de mascotas a domicilio, cobra por número de visitas y es muy buscado por su responsabilidad y cariño.
Marisol: organizar espacios es su pasión. Un día ayudó a una amiga con su cocina y descubrió que podía ofrecer ese servicio. Hoy ayuda a personas con casas pequeñas a ordenar y aprovechar mejor lo que tienen. Cobra por jornada y su agenda siempre está llena porque resuelve un problema que casi nadie atiende.
Víctor: repara celulares. Pero lo que lo distingue no es solo su habilidad técnica. Él entrega a tiempo, no se queda con piezas, da garantía y explica lo que hace. En un ambiente donde muchas personas han perdido la confianza por malas experiencias, su ética es lo que más valoran. La mayoría de sus clientes llegan por recomendación.
¿Y si no tengo dinero para empezar?
No te detengas por eso. Puedes empezar con servicios, con lo que ya sabes, sin necesidad de grandes inversiones. Muchas personas comenzaron con lo que tenían a la mano, con su tiempo, su experiencia y su energía. A veces, basta con dar ese primer paso.
¿Y ahora qué sigue?
Emprender no es un destino, es una travesía. Y en Pymenauta queremos caminar contigo desde el primer paso.
Recursos disponibles:
Descargar plantilla Ikigai
Enlace al blog Ikigai
Descargar la plantilla Modelo de Negocios Pymenauta
Enlace al blog Modelo de negocios Pymenauta

